El Sestao River cae a los infiernos
Su derrota ante la Ponferradina en la última jornada certifica el descenso a Segunda Federación -la cuarta categoría nacional- de los verdinegros tras una temporada muy irregular
Adiós a la Primera Federación. El pitido final en Las Llanas en su duelo contra la Ponferradina sonó como un estruendo en Sestao (0-2). ... Al momento, jugadores, cuerpo técnico, directivos y aficionados del club verdinegro agacharon las cabezas, a sabiendas de que habían perdido la categoría. Toda esperanza se desvaneció al instante en Las Llanas, que consumaba matemáticamente el descenso de los sestaotarras al cuarto peldaño nacional. Un auténtico varapalo. Caída a los infiernos, a pesar de que hubo un momento en el que los resultados le sonreían. No obstante, la diana del Barcelona B condenó a los vizcaínos.
Al contrario de lo que ocurrió el curso pasado en El Reino de León, esta vez no hubo milagro ante un gigante de la categoría. La lógica se impuso y el cuadro berciano, de play-off, condenó al conjunto de la Margen Izquierda a los infiernos. Una quema que evitó con mucho tesón y pundonor la pasada campaña, con números de candidato al ascenso en la segunda vuelta, y también en los despachos, pudiendo ajustarse in extremis a las estrictas exigencias económicas de esta categoría, tocando todas las puertas para aumentar considerablemente su presupuesto.
Y es que esta temporada comenzó ya con la incógnita de si el Sestao River podría competir en Primera Federación debido al aspecto financiero. La fijación de salarios mínimos de 20.000 euros anuales para cada futbolista puso en entredicho la presencia de los sestaotarras en esta liga, viéndose obligados a hacer una llamada de socorro. Finalmente lograron reunir 1,5 millones de euros para garantizar su viabilidad y poder salir a competir ante verdaderos transatlánticos. Eso sí, lo hicieron con uno de los menores presupuestos de la categoría. Algo que ya de por sí condicionó el devenir del curso.
La entidad verdinegra tuvo que empezar un proyecto casi desde cero: nuevo director deportivo –Matías Lizarazu–, nuevo entrenador –Ángel Viadero– y la continuidad de solo tres jugadores –Markel Etxeberria, Gorka Garai y Leandro Martínez–. Además, pasó tiempo hasta que se pudo asegurar la presencia en Primera Federación, por lo que ya empezaron a construir la plantilla con cierta tardanza, empezando a finales de junio, cuando otros equipos ya tenían todo planeado y muchas cuestiones zanjadas. Desde ese momento, el reto por confeccionar un equipo competitivo era mayúsculo.
El plantel fue corto, de solo veinte futbolistas. Un número muy reducido. Más aún cuando se alistaron a la Copa Federación para intentar clasificarse para la Copa del Rey y así poder dar un respiro a las arcas del club. Eso hizo que entre septiembre y octubre jugaran, muchas veces, dos partidos por semana. Supuso un gran desgaste físico y mental, que acusaron en los resultados de liga. Para más inri, cayeron en cuartos de final de dicha competición, justo a las puertas del billete copero. Aquel fue el primero de los duros golpes que sufrió la entidad.
Por aquel entonces ya ocupaban los puestos de descenso. Unas posiciones que han ocupado desde la quinta jornada hasta la última, con dos únicas excepciones. El principal problema ha sido la irregularidad del equipo, capaz de lo mejor y lo peor. Este Sestao River ha ganado en las plazas más complicadas, sumando 18 de los 30 puntos posibles contra los cinco primeros equipos del grupo. Una auténtica proeza. Un dato que dista mucho de los puntos que ha obtenido ante el resto de equipos que están en descenso.
El partido que le condenó
Los verdinegros han ido minimizando sus opciones de salvación en todas esas 'finales' contra rivales directos. Además, tampoco ha sabido hacer de Las Llanas un fortín donde liderar su resistencia. Fruto del mal estado en el que ha estado el césped y que apenas han podido entrenar en su campo, no se han adaptado a las peculiares características del feudo sestaotarra. El resultado es que son el peor conjunto como local del grupo, con 18 puntos cosechados en su casa, seis menos de los que han logrado a domicilio, siendo el tercer mejor visitante del grupo.
Todos estos lastres le costaron el puesto en el banquillo a Ángel Viadero y también a Matías Lizarazu como director deportivo, hace ya más de dos meses. En este último puesto, con los dos mercados ya terminados, no hubo ningún sustituto. Mientras que el nuevo entrenador fue Igor Oca, que ya llevó las riendas de los verdinegros hace cuatro temporadas, materializando entonces el ascenso a Segunda Federación. Su llegada proporcionó aire fresco y hubo un momento en el que el Sestao River vio la luz, con tres victorias en cuatro partidos que le hicieron escalar a la decimoquinta plaza de la tabla.
No obstante, todo se acabó yendo al traste con la derrota ante un rival directo como la Gimnástica Segoviana (1-2). El segundo tanto de los castellanos en la última jugada del partido enmudeció Las Llanas. Hacía falta una proeza para seguir vivos en Primera Federación. En las últimas dos jornadas necesitaban un buen botín de puntos ante dos cocos como el Andorra y la Ponferradina. Se ganó en el Principado pero no al cuadro berciano y se terminó por consumar el descenso a Segunda Federación.
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