El final más cruel para el sueño del ascenso

Nada hacía presagiar un final tan doloroso y cruel. En un duelo marcado por la épica, las de Andrea Esteban parecían encarrilar su pase al cruce definitivo con un tanto de Inés Altamira en la segunda mitad, pero las extremeñas igualaron a falta de solo cinco minutos para el final, lo que forzó la prórroga. En el tiempo extra, Laura Martínez logró detener un penalti y lo que estaba llamado a convertirse en un punto de inflexión para sellar la clasificación para la final se convirtió en un aplazamiento del mazazo definitivo, ya sin margen de respuesta. Ibaia se quedó enmudecido. Sin palabras por la extrema dureza del golpe.

El encuentro comenzó con ambos equipos en busca de la posesión, pero sin grandes llegadas. Los dos conjuntos, con mucho respeto, se tanteaban y trataban de buscar sin mucho éxito las debilidades del rival. Había mucho en juego. Casi toda la temporada en un partido. El primer aviso de las vitorianas llegó en un saque de esquina botado desde la derecha en el minuto 18 que Manoly Baquerizo cabeceó a un costado de la meta de Delia Baz. Tres minutos después fue Marta Sanadri quien lo intentó desde el centro del campo tras una salida en falso de la guardameta, pero tampoco tuvo acierto.

El partido prosiguió sin ocasiones. Un disparo de Adela Rico en el minuto 34 desde la frontal del área que se marchó alto y un chut potente de Gaste, que obligó a Baz a intervenir de forma espectacular, fue lo más destacado del resto de la primera parte.

Tras el paso por vestuarios, la calma tensa de la primera mitad continuó. No había espacio para un solo paso en falso. Sanadri, por tercera vez, estuvo a punto de marcar pero su cabezazo la sacó una defensa del conjunto extremeño prácticamente en la línea de gol. La delantera cedida por el Athletic fue una de las más destacadas de las alavesas.

Las vitorianas siguieron apretando hasta que en el minuto 66 todo pareció encarrilarse. Un centro de Laura Moreno desde la derecha provocó que Raquel Gil, sujetada por una rival, generase un penalti transformado por Inés Altamira.

Pero la desgracia esperaba a las Gloriosas. Gaste trató de despejar un centro, con la mala fortuna de golpear mal el esférico e introducirlo en su propia portería. El jarro de agua desnortó a las Gloriosas. Tan mal lo pasaron las vitorianas que Sara Rubio estuvo a punto de anotar el segundo gol en el último minuto de los 90 reglamentarios que Encarni evitó in extremis.

El tiempo extra arrancó con susto para las Gloriosas, con un jugadón de Noko que, por fortuna, no encontró rematadora. Las cosas se pusieron aún más feas con un penalti cometido al filo de la primera parte de la prórroga. Natalia Montilla lanzó de forma brillante, aunque Laura Martínez, con una gran estirada, detuvo la pena máxima. Sin embargo, un gol de córner en la última jugada del Cacereño, que estaba con una futbolista menos por la expulsión de Macías, acabó con el sueño de regresar a la élite dos años después.